miércoles, 29 de julio de 2009

Mi búsqueda (ADLT)


Lei por casualidad algo del profundo silencio de mi buena amiga Ann. Aqui transcribo el exorcismo de su silencio. Celebro tus lineas mi amiga del caballito de totora, en el que dejaste de ser prisionera de la orilla. El viento en Pimentel está soplando... Adelante!

Anngie escribió:


Mi Búsqueda


En el profundo azul del océano, busqué mi camino
Y pensando que todo en ese mundo tenía sentido, me sumergí.
¡Qué naturaleza tan bella, que paraíso sin fin!
Nadé y buceé y durante un tiempo creí ser feliz, mas que poco duró,
que cuando pensé que era invencible
el oxígeno me faltó.
Ahora estoy en medio de la nada, intentando salir viva por fuera,
muerta por dentro, pero sigo aquí.
Escucho voces allá arriba, OH! Dios,
es la gente que me quiere
que está esperándome en la superficie.
Debo subir, lo sé, no puedo defraudarles.
Mi vida no ha acabado, es más, mi misión aún no ha empezado,
pero aquí abajo está todo tan oscuro
que se me hace imposible conocer mi verdad
estoy atrapada entre las algas marinas
el salitre ciega mis ojos, arruga mi piel
el mar me consume...
no creo que pueda aguantarlo mucho más.
Busca en tu interior, piensa en ti,
has nacido para algo, todos lo hacemos,
pero no siento paz en mi interior
y no obtendré respuestas hasta que no esté en paz conmigo misma.
Y una voz, desde el interior de mi propio cuerpo, me habló:
“Abre los ojos , y vive. Vive para ser feliz tú, y sólo así harás feliz a los demás”.
Y como si de una fuerza sobrehumana se tratara
mi cuerpo empezó a emerger, tan rápido, tan vivo.
Aquí estoy, de nuevo en el punto de partida,
y observando el mundo en el que he nacido
y en el que he de morir,
me paro y digo:“Como el Ave Fénix, resurjo de mis cenizas, me siento bien, voy a vivir”!!!

Anngie de la Torre. Pimentel, Chiclayo (22/09/2008)

lunes, 6 de julio de 2009

Caracol manchado, falena, calcedonia













"Un dia los hombres descubrirán un alfabeto en los ojos de las calcedonias, en los pardos terciopelos de la falena, y entonces se sabrá con asombro que cada caracol manchado era, desde siempre, un poema"




A. Carpentier (Los Pasos Perdidos)